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La Celestina y Don Giovanni by Rubén Noguerol Gómez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 3.0 España License.
Reflexiones interartísticas. La música y la literatura
En Don Giovanni la fusión es tan perfecta que la mezcla de géneros no se aprecia
ya en la actualidad, sin embargo, a finales del siglo XVIII era un rasgo que se
señalaba sin reserva alguna, y con frecuencia era motivo de condena.
En el
siglo XVIII la mezcla de géneros era un síntoma de falta de decoro; en este
sentido, y en más de un aspecto, Don Giovanni es abiertamente indecorosa.
Sabedores de ello, Da Ponte y Mozart no la calificaron como opera buffa, sino
como dramma giocoso
Si bien la tendencia a definir lo trágico y lo cómico únicamente por la naturaleza del desenlace se iba imponiendo, lo cierto es que en la tradición
aristotélica y latina, vigorizada por el humanismo, se tenía presente otro elemento. Tragedia y comedia se definían según dos planos sociales
diferentes de la acción dramática: el aristocrático, heroico, en donde se dan los personajes
capaces de los grandes sentimientos y, en consecuencia, constituye la esfera de lo trágico; y el popular, antiheroico, ajeno a toda grandeza del alma y que, aun en los casos en que termina desfavorablemente, se presenta siempre, por su falta de decoro, bajo un enfoque que incurre en lo cómico. En el prólogo del Anfitrión de Plauto, de donde como es sabido, arranca la denominación de
Tragicomedia, se explica la invención del término
porque en la obra aparecen reyes y dioses mezclados con esclavos. En La Celestina, la utilización de Rojas de tal término denuncia la profunda fusión de ambos planos sociales en su obra: los personajes pertenecientes a una y otra esfera son igualmente protagonistas de la acción
dramática, y no hay en ella un reparto, según la tradición clásica, en virtud del cual el elemento trágico se reserve a los señores y el cómico a los criados, sino que en estos en gran medida se apoderan de la parte central de la tragedia.
…El modelo del primer autor no era la novela sentimental, sino la comedia
italiana humanística en latín, y lo que éste nos ofrece es la acostumbrada trama
cómica del señor embaucado y del astuto factotum; pero cuando Rojas se hace
cargo de la acción prefiere encauzarla en una nueva dirección, la de la novela
sentimental trágica.
A modo de conclusión diré que, en mi opinión, si se parte de las propias
declaraciones del autor, lo que se deduce es que la finalidad que
originalmente perseguía Rojas al completar la Comedia era de orden artístico y estético fundamentalmente y que lo que pretendía era escribir un relato que deleitase, y al mismo tiempo desencantase a los sufridores amadores. Cometido éste para el que contaba con dos armas principales, ambas de carácter artístico: la comedia y la tragedia.
Todos los intentos de localización de su acción dramática en Salamanca, Toledo,
Sevilla o últimamente Talavera fallan por algún lado. Con mucha agudeza creemos
que ha dejado resuelta la dificultad María Rosa Lida: no se trata de ninguna
ciudad en concreto, sino de una ciudad inventada, recompuesta imaginativamente
por el autor, siguiendo probablemente el modelo de esas ciudades de ficción que
eran frecuentes en la pintura flamenco-castellana de la época, estampas de
ciudades en las que se contemplan todos los elementos de paisaje urbano que en
La Celestina se combinan: puertos, embarcaciones, ríos, árboles, ricas casas,
desde cuyas altas torres, levantadas más para placer que para defensa, otras
jóvenes como Melibea podrían gozar de la ”deleitosa vista de los navíos”
No es un ambiente rural, sino urbano: quizá Salamanca, donde estudió
Fernando de Rojas; quizá Toledo, quizá Sevilla. El autor nos dice que Celestina
vivía “a la cuesta del río”, el cual, por otra parte, aparece navegable; pero no
son posibles mayores precisiones, porque acaso Fernando de Rojas –como tantos
otros autores antes y después- prefiere situar la acción en una ciudad ideal...
…llevado del amor a su hija, Pleberio ha engrosado su fortuna como armador o
naviero –lo que hace pensar que la acción se centra en Sevilla-, haciendo gala
de sus riquezas con sus palacios o torres…
A través de un problema elegido con gran acierto, La Celestina nos presenta
el drama de la crisis y transmutación de valores sociales y morales que se
desarrolla en la fase de crecimiento de la economía, de la cultura, y de la vida
entera, en la sociedad del siglo XV
SEMPRONIO. Pues dime lo que passó con aquella gentil doncella, dime alguna
palabra de su boca, que por Dios, assí peno por sabella como a mi amo
penaría
CELESTINA. ¡Calla, loco, altérasete la complexión! Yo lo veo en ti
que querrías más estar al sabor que al olor deste negocio…
y que en el Acto IX se reproduce, provocando los celos de Elicia y Areúsa [Rojas:
225-229]:
SEMPRONIO. Tía señora, a todos nos sabe bien comiendo y hablando,
porque después no havrá tiempo para entender en los amores deste perdido de
nuestro amo y de aquella graciosa y gentil Melibea.
ELICIA. ¡Apártateme allá, dessabrido, enojoso; mal provecho te haga lo que comes, tal comida me as dado! Por mi alma, revessar quiero cuanto tengo en el cuerpo de asco de oýrte llamar a aquélla gentil. ¡Mirad quién gentil! ¡Jesú, Jesú, y qué hastío y enojo es ver tu poca vergüenza…